jueves, 28 de noviembre de 2019

LA EXTINCIÓN DEL RASTROJO

Ustedes recordarán la primera parte de esta extensa investigación que tiene Álvaro Uribe Vélez en su histórica indagatoria por fraude procesal y soborno. Bueno, es hora de continuar y definir lo que ha pasado con esta historia, ya que nos queda un largo camino por recorrer antes de que la Corte Penal Internacional llegue con su justicia real y se lleve a este genocida, que tanto daño le ha hecho al país durante los últimos 30 años.

Cinco meses después de la rendición de testimonio de Óscar Monsalve, el primero de septiembre del año 2015, a través de auto la Corte Suprema de Justicia decide interceptar las comunicaciones de Juan Guillermo Villegas Uribe. Para la corte, esa llamada de Villegas, el día en el que el señor Monsalve Correa rindió su testimonio el pasado 24 de Marzo, buscó que éste último estuviera

nervioso y dubitativo.

Tres días después… Juan Guillermo Villegas llama a Óscar Monsalve Pineda para expresarle que lo van a llamar unos investigadores y que él debe decir lo mismo que su padre, Monsalve Correa. Pero éste le dice que también llamarán a su mamá y a su hermana y que deben negar ese asunto de las reses. A partir de esto, y posteriormente la Corte concluirá que Juan Guillermo Villegas Uribe controló los movimientos de la familia Monsalve Pineda. Y todo esto, bajo órdenes de ya sabemos quién.

27 días después, se dio el encuentro en la Jugosa de la 70 en Medellín. A éste asistieron el expresidente Uribe, Villegas y el señor José Humberto Gómez Garro. Y de acuerdo a las interceptaciones de las llamadas al teléfono de Villegas, el objeto de la reunión era hablar sobre los testigos que incriminan a Cepeda con el delito de montar un cartel de testigos contra Uribe Vélez. Ese mismo 21 de Octubre, se ordenó la interceptación de las comunicaciones de Wilser Darío Molina Molina, pues el 6 de octubre de 2015 Juan Guillermo Villegas Uribe lo llamó para preguntarle acerca de un testigo de la Masacre de El Aro.

Curioso que llamen para ese tipo de cosas, y hay muchos idiotas útiles del uribismo como Carlos Felipe Mejía y María Fernanda Cabal que defienden a su enano jefe político. Dos meses después, el señor senador Iván Cepeda da cuenta de que en la cárcel La Picota, en la celda de Juan Guillermo Monsalve es encontrada una sustancia “altamente venenosa”, como la expuso medicina legal en un informe que se solicitó al respecto.

Recordemos que en ese entonces el director de Medicina Legal era el señor Carlos Eduardo Valdés, años antes de renunciar a su cargo por el Caso Pizano.
El 23 de diciembre, Uribe Vélez denuncia en su cuenta de Twitter (como cosa rara) que está siendo objeto de interceptaciones y vigilancia de la justicia. Su número telefónico aparece en los registros porque él se comunica con personas a las cuales se les ordenó interceptar sus comunicaciones. Entre 2016 y 2017 no se siguió avanzando en ese caso, pero puede que Uribe haya intentado dar de baja a su investigación para demostrar su impunidad y el estar libre de esos cargos, hasta la llegada de elecciones del 2018.

Y hablando de ese año, el 16 de Febrero la Corte Suprema archiva la investigación contra Iván Cepeda por manipulación de testigos y ordena compulsar copias contra Álvaro Uribe Vélez por su presunta participación en los delitos de soborno y fraude procesal, por haber enviado emisarios a los centros carcelarios para que acusaran a cepeda de ejercer presiones indebidas.

Cinco días después de esto, Monsalve recibió mensajes por la chuzada aplicación Whatsapp en los que un intermediario de Álvaro Hernán Prada le pidió que “tramitara un vídeo en el que se retractara de sus testimonios y culpara a Iván Cepeda de haberle ofrecido prebendas para rendir declaraciones. Aquel vídeo tenía como objetivo ser radicado antes del viernes de esa semana, ya que se necesitaba por urgencia”.

Ahora se entiende, porque el ahora Representante a la Cámara por el nefasto partido Centro Democrático quedó vinculado formalmente a su indagatoria.
22 de Febrero 2018, el ahora polémico abogado Diego Cadena, a través de Enrique Pardo Hasche, logra entrevistarse con Monsalve Pineda. Y le dice que actúa en nombre de Álvaro Uribe Vélez y le solicita firmar un documento, previamente elaborado. Hasche intervino activamente en la conversación pidiéndole a Monsalve Pineda que firme el documento. Y hay un vídeo donde Hasche menciona ese evento.



De Febrero a abril, Monsalve asegura que Digo Cadena lo visitó tres veces para pedirle que grabara un vídeo o firmara un documento para retractarse de ese testimonio contra el expresidente y que culpara al senador Cepeda de ofrecer prebendas para acusar a Uribe. Fue lo mismo que se hizo el intermediario de Hernán Prada hace tres años.

Llegando al 24 de Julio, la CSJ encontró que personas allegadas a Uribe Vélez, como el representante Prada incurrieron en nuevas acciones para manipular a los testigos. Por tanto, ordena investigar a este congresista y al expresidente por los delitos de fraude procesal y soborno. En las interceptaciones se escucha al abogado Diego Cadena y a la exfiscal Hilda Niño Farfán, condenada por frenar la exclusión de la Ley de Justicia y Paz al señor Orlando Zapata Villa, segundo al mando de la estructura del Mellizo, a su vez tendrá que responder por la creación de una red para asesorar a narcotraficantes y personas involucradas con paramilitarismo para conseguir beneficios judiciales. A menos que ella ya haya dado su versión de los hechos.


El pasado 17 de Septiembre de 2018 el exmagistrado José Luis Barceló explicó que las interceptaciones al teléfono celular del futuro exsenador y prisionero Uribe Vélez no fueron un error y tuvieron lugar por comunicaciones del expresidente con personas cuyas comunicaciones fueron interceptadas, por procesos penales en la corte. Y aquí se quiere dejar en claro que fueron legales, sí. LEGALES. A ver si con eso los uribistas entienden con ese cerebro deformado que tienen.

Ahora entramos al año 2019, en donde el paramilitarizado INPEC decidió trasladar de su centro de reclusión en Palmira, Valle del Cauca al señor Carlos Enrique Vélez, y no, no tiene que ver con los periodistas de apellido Vélez. A la cárcel de Tramacúa, en la que recibe un atentado en contra de su vida. Él es un testigo en contra de Uribe Vélez, por algo quiso mandarlo a matar. Un mes después de estos hechos, el periodista Daniel Coronell, sí, el mismo que votó en blanco, denunció en su columna de opinión que el paramilitar Carlos Enrique Vélez, que había sido declarado a favor del expresidente Uribe y en contra del Senador Cepeda, fue grabado mientras afirmaba que lo que dijo sobre Iván Cepeda no fue verdad. Coronell manifestó que Vélez fue contactado por Diego Cadena en la cárcel de Palmira, donde purga una condena de veinte años de prisión por una masacre en el municipio de Riosucio, Caldas.

Vaya vaya.

Y por medio de una interceptación telefónica, Cadena y su subalterno le piden a Eurídice Cortés, alias Diana, exjefa política del bloque Cacique Pipintá, que grabe un vídeo en el que desmienta a Pablo Hernán Sierra, jefe de esa estructura paramilitar, quien afirma que los hermanos Uribe Vélez fueron los que fundaron el Bloque Metro de las Autodefensas.

En las conversaciones interceptadas, Cadena le ofrece al paramilitar Vélez beneficios con un fiscal en la ciudad de Cali y se evidenció que se hicieron unos pagos a los familiares de Vélez, a través de giros. Dando esto como consecuencia para Uribe Vélez su inevitable cita a la indagatoria el pasado 16 de Agosto y por presión hacia la Corte Suprema de Justicia por parte del pueblo colombiano, se citó para el 8 de Octubre; en donde muchos de sus contradictores lo estaba esperando, pero algunos de sus fanáticos como la falsa monja y otros más decían que Uribe es inocente. Típico en ellos.

Entre el 3 de septiembre y el 9 de octubre pasado los señalados de los delitos del fraude procesal y manipulación de testigos y los testigos de la presunta comisión de este delito acudieron a la Corte Suprema de Justicia a sus respectivas indagatorias. Los magistrados tenían diez días para decidir si continúan con el proceso contra Álvaro Uribe Vélez o la llegan a archivar. Los que somos conscientes de lo que pensamos de la justicia colombiana, es que ellos por miedo a encerrar a este enano con traumas paternales, archivarán el caso.


¿Cómo sabemos esto? Porque el pasado 29 de Octubre, el senador del partido Cambio Radical, Rodrigo Lara Restrepo está alistando un decreto o un proyecto de ley para salvar el pellejo de Uribe Vélez, sabiendo que su padre Lara Bonilla fue asesinado por Pablo Escobar y está defendiendo a uno de los amigos del asesino de su padre, con el fin de extender la protección constitucional que tiene los expresidentes de la república.

A ver, pensemos esto un momento. Si Lara Restrepo logra convencer a la Corte Suprema de Justicia de archivar el proceso de indagatoria contra Uribe Vélez, su impunidad se verá reflejada y será llevado ante la Corte Penal Internacional, y ahí si no puede escapar de su destino. Destino que lo lleva esperando desde 1983, año en el que murió Alberto Uribe Sierra, padre del expresidente con traumas paternales.

Colombianos, o nos quitamos ese conformismo, o nos jodemos. Mientras ustedes están pegados a la pantalla del televisor, yo quiero ver a Álvaro Uribe Vélez tras las rejas en una prisión europea el resto de su vida, y puede que llegue a suicidarse antes del año 2029. No me pregunten como sé eso, no hay respuesta para ese tipo de afirmaciones.

El 4 de Diciembre en La Haya se llevarán a cabo unas audiencias para nuevos casos, estemos atentos.

2 comentarios:

  1. Ya!! YA!! es HORA DE DESTAPAR Y CORRERLE LA MÁSCARA AL GENOCIDA esto para el SERIA PEOR que el mismo fuego del infierno que le espera y los BARROTES A QUE TIENE DERECHO

    ResponderBorrar