DE VEINTE A CINCUENTA AÑOS DE CAOS CONTAMINANTE

Desde que Enrique Peñalosa Londoño licitó la construcción del llamado “sistema de transporte masivo” en el año de 1998 a su inauguración el 4 de diciembre del 2000, más de un millón de habitantes de Bogotá empezamos a padecer enfermedades crónicas ocasionadas por TransMilenio. Sin embargo, los tres actuales candidatos peñalosistas a la alcaldía de Bogotá pretenden mejorarlo, dañando permanentemente la salud de sus ciudadanos. 

Y necesitamos voluntad política para cambiar esto, pero no. No hablaremos del daño que ha hecho durante 20 años, hablaremos del futuro que TransMilenio marcará durante los próximos años y esto dará inicio a su destrucción si dejamos que Claudia Nayibe López, Carlos Fernando Galán y Miguel Uribe Turbay ganen fraudulentamente la alcaldía de Bogotá con ayuda de la Registraduría. Veamos los siguientes datos de los programas que cada uno menciona: 

Hablemos del reciente candidato “independiente” Carlos Fernando Galán donde en varios de sus puntos comenta lo siguiente: 

Aumentaremos la cantidad de cámaras hasta llegar a 10.000 y mejoraremos la capacidad del Centro de Comando Control y Cómputo (C4); también, fortaleceremos la cooperación con el sector privado para avanzar en la interoperabilidad de sistemas de vigilancia, así como en la creación de comandos de visualización y respuesta descentralizados en zonas priorizadas de la ciudad. Priorizaremos parques, ciclorrutas, estaciones de Transmilenio, paraderos y entornos de las instituciones educativas con mayor incidencia de delitos para la instalación de cámaras. 

Implementaremos una estrategia integral contra la evasión de pago en Transmilenio, haciendo énfasis en acciones de cultura ciudadana, basadas en evidencia y en experimentación social, complementadas por una modificación en la tecnología de la infraestructura de las estaciones. 

Garantizaremos que haya personal capacitado en atención de primer respondiente en salud en todas las estaciones de TransMilenio.
Es la primera parte de un plan donde ese medio de transporte terminará de joder y de matar la calidad de aire de Bogotá. Ahora pasemos a lo que Claudia Nayibe tiene planeado hacer si es alcaldesa: 

En su plan de gobierno dice que no implementará ese adefesio por la carrera séptima, pero conociendo a esta mujer en uno de sus párrafos explica lo mencionado anteriormente. En vez de un TransMilenio por la carrera Séptima nuestra alternativa será hacer de la séptima un moderno corredor ecológico, eliminando intersecciones que congestionan esa avenida con deprimidos y usando, y según lo determinen estudios de viabilidad, o bien un sistema de metro ligero o tranvía o bien buses eléctricos. En cualquier caso la carrera Séptima será intervenida para mejorar todo su espacio público, arborización, velocidad, seguridad y descontaminación ambiental. 

Bajaremos la robadera en Transmilenio. Dedicaremos policía especializada, gestores de convivencia y fortaleceremos las acciones de inteligencia para la seguridad en el sistema, identificando y actuando en las horas, zonas y rutas más peligrosas prioritariamente y coordinaremos con la policía, y las empresas de seguridad para evitar los robos en las zonas alrededores de las estaciones de alto impacto. 

Esta descripción es la idea principal de implementar más de esos buses pegados pero no es suficiente con el mencionado metro que quiere construir en la ciudad. Sin embargo, en su programa de gobierno nunca especifica si lo hará subterráneo o elevado pero sí menciona los tranvías y trenes ligeros. Ya conociendo su tibieza, sabemos sus verdaderas intenciones y sus orígenes, por favor dejen de creer en una ilusa como ella. 

Pasemos ahora a lo que dice el nieto del lujurioso e incestuoso de Julio César Turbay Ayala, Miguel: 

Y además contará con un sistema integrado de transporte en el que todos los nodos se complementan, por esto vamos a mejorar Transmilenio con la Troncal Caracas, la Troncal Cali, la Troncal Calle 13, la Troncal 68 y la Troncal Séptima. Bogotá tendrá más hospitales como el de Bosa, Usme, Santa Clara para promover la salud, cada localidad tendrá Centros Felicidad para la Recreación, Cultura y el Deporte, construiremos MegaColegios, la Avenida Tintal-Alsacia, Avenida Longitudinal de Occidente -ALO-, descongestionaremos las vías de entrada y salida de Bogotá: Autopista Norte, Séptima, Suba-Cota, La Calera, Choachí. 

Bonitas propuestas para alguien tan mongólico, sigamos. En el punto diez de su programa, situada en la página 38:

La primera línea del Metro será una realidad. Seremos los garantes de entregar a los bogotanos la primera línea de metro en los tiempos establecidos. Respetaremos el proceso de selección que se está adelantando, avanzaremos con el proyecto sin ajustar ni una coma, pues entendemos que con el rigor técnico y jurídico que se lleva en este proceso, cualquier cambio implicaría paralizar el proyecto y los bogotanos necesitamos el Metro, no vamos a retroceder.

Leyendo esto con su voz da asco. Sí, lo es. Pero pensemos también que nuestros hijos y nietos pagarán por todos los errores que nuestros papás o algunos de nosotros los jóvenes cometeremos si le damos nuestro voto a los adeptos de Peñalosa. Porque todos en general, todos nos vamos a joder y vamos a estar endeudados con esta aberración, abominación perjudica también en su totalidad al patrimonio público, reservas forestales, bosques, cerros orientales, zonas verdes de la ciudad serán arrasadas después del 20 de Enero de 2020. Pero eso ha hecho que algunos de los ciudadanos les importe un bledo total. 

Francamente empezaremos a usar máscaras antigas, porque los tapabocas no servirán para nada. Nuestra salud veinte veces peor que lo que está padeciendo el país chino. Recuerden que Peñalosa dejó adjudicado la compra de 1.141 buses nuevos para Transmilenio. Del total de buses, 59,7% serán Volvo, alimentados por diésel, un gas potencialmente cancerígeno. El 40,2% de los otros buses fueron adjudicados para la empresa Scania Gas. ¿Cuántos buses eléctricos vamos a recibir? Cero. Así de simple: estaremos condenados a otros 13 o 20 años con buses contaminantes. 

Pero el otro lado de la moneda, es que la señora María Consuelo Araújo, dijo que “la licitación daba incentivos a las tecnologías más limpias y los proponentes que ganaron ofrecieron una propuesta más competitiva económicamente que los eléctricos”. Después, el alcalde Enrique Peñalosa salió con esta perla en la FM: 

“Nosotros ensayamos un bus eléctrico desde el año pasado eléctrico, pero hemos tenido muchos problemas con ese vehículo, es una tecnología que no está pulida y tiene costos más altos, nosotros no podemos aumentar la tarifa por tener los buses eléctricos”. 

No, no lo hicieron. Porque de esos buses son 741 con tecnología Euro V y los otros 700 de tecnología Euro VI y de esos mismos el 67% serán vehículos biarticulados y el 33% articulados. Es ridículo todo esto, y ustedes votantes piensan continuar con este desastre que recorre la movilidad de Bogotá, sabiendo que Gustavo Petro hizo lo mejor que pudio para dejar el metro subterráneo hecho y licitado para su construcción. Pero Juan Manuel Santos Calderón entregó un cheque sin fondo, el llamado paquete chileno. 

Nos indignamos todos cuando vimos como las garras del arrogante de Peñalosa tomaba por segunda vez la alcaldía después de lo que hizo hace 20 años. Pero podemos cambiar el futuro que nos espera si no le creemos a las encuestas manipuladoras del Centro Nacional de Consultoría, Datexco, y las que crean los medios tradicionales corruptos de este país de mierda. Es una venganza de un dendrófobo, de un niño encerrado en el cuerpo de un viejo decrépito de 65 años que no le importa el medio ambiente, y así fueron adoctrinando a sus tres lacayos. Ahora candidatos a la alcaldía.

No queda nada más que decir, que este será el inicio del fin de una ciudad donde permitieron que talaran árboles, llenarán la ciudad de cemento, secaran laguna para su expansión, quemar cerros y matar animales. En otras palabras, ustedes bogotanos permitirán la extinción si llegan a dejar ganar al peñalosismo, porque ya no habrá revés y después se quejan por su mala gobernabilidad. Les estamos advirtiendo, pero si no quieren hacer caso, como dije anteriormente será la extinción de los bogotanos. El metro elevado es ilegal y le hacen falta dos años de estudios, y Peñalosa quiere dejarlo amarrado y hecho para destruir y colapsar la ciudad. 

No esperen a que nosotros revoquemos a cualquiera de los tres peñalosistas que gane la alcaldía, para ese entonces todos moriremos por las enfermedades respiratorias que dejado el diésel del TransMilenio, piensen bien a quien le darán su voto. 

Al progresismo o al continuismo de Peñalosa, ustedes mismos escogen su destino.